Publicado en:
Tribuna Global
La Rusia joven y alegre que hospedó el Mundial de fútbol y recibió a los hinchas con afecto, hace parte también de una débil sociedad asalariada que revendió sus entradas pero gozó de la fiesta. Pantallas gigantes, animadores, selfie-spots, souvenirs, comida chatarra y...
Continuar leyendo