Es una auténtica paradoja que en medio de una época de “libertad creativa” y “burbuja de series” se haya manoseado hasta la saciedad la excusa de la nostalgia para atascarnos hasta el cansancio con nueva versiones, continuaciones no pedidas o reinicios de historias...
Después de dos horas de emociones y ansiedad, el espectador descansa plácidamente sobre su butaca al ver que sobre la gran pantalla aparece la palabra F I N. El final no ha sido completamente explícito, han quedado algunos cabos sueltos. Esto emociona a algunos...