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Suave y Profundo
Nunca aprendí a bailar y me arrepiento. Sin embargo, mi dislexia rítmica no impidió que en mi juventud lejana, me la pasara de bar en bar con mis amigos. Recuerdo que nos encantaba ir al Goce Pagano del centro, situado en la carrera 13 con calle 22, que ya desde ese entonces...
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