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La Fiebre de las Cabañas
El fin de semana se dañó la ducha eléctrica de mi casa. Era algo inminente, pues no se ha inventado el electrodoméstico que logre vencernos a mis hermanos y a mí, hombres de distintas edades pero compañeros de gaminería y amotricidad. La ducha duró con nosotros cerca de...
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