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Venga le cuento
Allí estaba ella, llorando, aferrada a su carreta sobre la cual tenía una vitrina con empanadas y pasteles y al lado una gran cubeta llena de avena. La rodeaban dos policías y varios curiosos. Un hombre, con uniforme de una empresa de entrega de correspondencia, le manoteaba y la regañaba de una manera miserable. Otro […]
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