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Suave y Profundo
Tengo la firme convicción que Dios no se levanta de mal genio un día y decide: “venga y le mandamos un huracán a San Andrés y Providencia” o “a los pobres de Lloró, Chocó, démosle una ola invernal bien tesa para que dejen de quejarse” y más allá “a los de...
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