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Whatever Gastronomy
A una media hora en lancha de Buenaventura está Piangüita, una playa de aguas tranquilas donde mi padre nos llevaba a conocer el Pacífico. En el hotel donde nos quedábamos (si es que se le podía llamar hotel), Pacho -el dueño- salía religiosamente cada día con su hacha al hombro para internarse en la selva. […]
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