Sandra Patricia Correa no murió en vano. Su muerte es por primera vez en muchos años la afirmación contundente de que no existen los crímenes pasionales, las desapariciones por líos de faldas o las muertes por celos descontrolados. Son asesinatos cometidos por hombres...
¡Ya pueden sacar el aguardiente, que ataca Colombia! Adolfo Pérez Hace 20 años estaba, con toda mi familia, en el apartamento de una de mis tías en Chapinero Alto. Yo tenía ocho años y veía, alrededor mío, a familiares y amigos que gritábamos al unísono con Édgar Perea y Hernán Peláez los goles que metían […]