Cuando era niño lo que más me gustaba de las novenas donde mi tía Flor era cuando terminaban y nos daban las chispitas, los volcanes, los totes y todo el otro arsenal de pólvora que quemábamos tanto grandes como chiquitos, en medio de un jolgorio familiar que por lo general...
En diciembre 20 de 1993 me quemé mi pierna derecha, y recordándolo todo no entiendo cómo hoy puedo caminar y andar en bicicleta todos los días tan campante. Todo el mundo tiene sus propios infiernos: para unos es que su conexión de internet no es suficiente para ver videos...