Te confieso que me resistía a creer que en Cartagena todo estuviera inflado, que en cualquier parte nos cobraran como gringos y que la única forma de comer bien era pegándole un guamazo a la billetera. ¿Qué les pasa? Si esto es Colombia, decía yo. Pero todo pintaba que iba...
Es una dicha visitar restaurantes a los que no se les ha dedicado una sola línea. Eso es lo mío. Uno de ellos está en el edificio Bogotá, en todo el centro de la capital. Llegar es complicado y me atrevería a asegurar que solo lo conocen los que se mueven por sus...