Cuando yo era niño, ir a cine era muy distinto. Quienes pasamos de los 30 vivimos la experiencia de ir a una sala ubicada en el centro de la ciudad o en nuestro barrio y teníamos que elegir la película antes de salir de casa pues, a diferencia de hoy, cada sala proyectaba...
Normalmente, voy a cine solo y ya me acostumbré a que cuando compro una sola boleta, me miren con lástima. Cuando entro a la sala normalmente no llevo nada de comer (exceptuando cuando tengo mucha hambre) y suele suceder que la película que escojo para ver es la que menos...