Contesté el teléfono y, con la voz entrecortada, mi esposo me dijo que acababa de ayudar a un hombre que se había desmayado al frente suyo mientras arrastraba una carreta con limones en el centro de Medellín. – Yo salía de una reunión caminando y vi que se desmayó....
Seamos siempre cálidos con quienes están lejos de casa. Entendámoslos con un poco más de tolerancia y flexibilidad, ofrezcámosles una sonrisa más fácil de lo que acostumbramos con cualquiera, pues no conocemos sus circunstancias, pero sí compartimos con ellos la humanidad y la capacidad universal de sentir soledad, vacío, melancolía y desesperanza cuando estamos lejos […]