El médico irrumpió en el consultorio tres de urgencias de Saludcoop en Cúcuta. Se le veía un tanto agobiado. ‘¡Estoy de un genio!’, le dijo a la doctora que atendía allí. ‘Tenía que tocarme a mí. Esa señora hay que mandarla al siquiatra. Qué más puede hacer uno.(...)
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