Desconfío de la gente que dice no tenerle miedo a nada –o no saber a qué– y desconfío, también, de la gente que no sabe llorar. Lo percibo como falta de autenticidad, de humanidad. Tener miedo, saber llorar, es, incluso, un signo de valentía, porque nace de mirar(...)
![Profile image](http://blogs.eltiempo.com/wp-content/uploads/sites/176/2020/04/descarga-1-100x100.png)