Terminaba el turno de conducción en una fría y lluviosa noche de abril. Intentaba estirarme para darle descanso a mi espalda y me bajé del carro a buscar algo de comer antes de acostarme. Me abordó por la ventana del taxi una mujer joven de no más de 25 años que me ofrecía(...)
![Profile image](http://blogs.eltiempo.com/wp-content/uploads/sites/371/2015/08/250x250-padondeva-100x100.jpg)