Esa mañana los teatreros de La Candelaria no la dedicaron, como es usual durante los últimos 50 años, a ensayar. Llegaron, eso sí, puntuales al teatro. Vistieron trajes de actuación y salieron orondos a las calles céntricas de Bogotá a celebrar con su público la llegada(...)
Continuar leyendo