“Agua pasada no mueve molino”, decía Don Marcelino, un viejo tendero habitante de El Remolino, un pueblo chiquito entre Antioquia y Chocó. Para llegar al caserío había que coger una trocha en zigzag, atravesando peñascos, bosques repletos de yarumos y uno que otro(...)
![Profile image](http://blogs.eltiempo.com/wp-content/uploads/sites/570/2021/04/Las-zonas-grises-100x100.jpg)