Se nos llena a boca al hablar del ego de los argentinos, pero para creídos y picados, a los colombianos no nos gana nadie. La mayoría de nosotros somos amargados, resentidos y envidiosos. Nuestro orgullo o nuestra tristeza no es con respecto a, sino con respecto a quién.(...)
![Profile image](http://blogs.eltiempo.com/wp-content/uploads/sites/503/2019/11/m-liévano-blanco-y-negro-100x100.jpg)