En mitad de una cuadra de barrio, a las doce del día, me alcanzó un sujeto: -¿Usted se llama Guillermo? -No, hermano, yo no me llamo así. -¡¿Nooo?! Uy, llave, casi lo matamos. Lo confundimos y lo íbamos a quebrar. Palidecí. En Medellín, así son las cosas. Si te(...)
