De seguro, si el presente texto fuese leído por Florence Thomas o por alguna feminista inveterada, yo sería víctima de toda suerte de insultos, vituperios, y procacidades de doloroso calibre, con acento afrancesado. Y de hecho estoy listo para serlo. Pero,(...)
![Profile image](http://blogs.eltiempo.com/wp-content/uploads/sites/5/2013/05/avatar-8-200x200-100x100.png)