Conocí a Pedro Briceño y a varias de sus papas nativas en el Mercado Campesino que se celebró en la Plaza de Bolívar en Bogotá el pasado mes de junio. Sin dudarlo, me llevé feliz unos cuantos kilos para la casa. Ese mismo día, tuve la fortuna de almorzar con Julián y(...)
No es por falta de respeto o folclorismo que esta nueva entrada se titula ¡Nairito, mijo! Se trata más bien de la muestra de un anhelo contenido que guardo desde hace mucho tiempo: la posibilidad cierta de que un compatriota pueda estar en lo más alto del podio del Tour de(...)
* Cada día 15 una recomendación gastronómica para hincar el diente con premeditación y alevosía. (por motivos ajenos a la voluntad de quien escribe y del medio que lo acoge, este artículo no pudo ser publicado ayer como estaba previsto. Lo hace hoy.) “Viajar por las(...)
Verdes, fríos y románticos, así son para mí los cerros de Bogotá. Ya quisieran muchas ciudades tenerlos. Ahí, perdidos en esas moles de tierra y piedra, se esconden varios buenos restaurantes, donde se puede pasar el rato. Uno de ellos, El mirador de las brujas, tiene sus(...)