“Cuando el niño gritó yo corrí a auxiliarlo, no sentí mis piernas y él tampoco”. Con voz firme pero conmovida, don Volmar nos cuenta esa terrible experiencia a los feligreses que nos encontrábamos a punto de iniciar la Eucaristía de las once, el pasado domingo.(...)
Continuar leyendo![Profile image](http://blogs.eltiempo.com/wp-content/uploads/sites/509/2015/08/250x250-lasal-100x100.jpg)