Ocurrió en Medellín. Había oscurecido más temprano. Llovía. El tráfico desesperaba. Era una ciudad sin calma. Y sobre el pavimiento mojado apareció Mario: taxista, viudo, pelo blanco, cara curtida por el sol. En el camino, mientras él conducía, hablamos de muchas cosas.(...)
![Profile image](http://blogs.eltiempo.com/wp-content/uploads/2019/05/WhatsApp-Image-2019-05-12-at-10.24.15-PM-100x100.jpeg)