Me gustaría tener la luz del sol, y saber cuáles sentimientos son para siempre. Quisiera vivir como el niño que no se preocupa, como el niño que ama sin precedentes, como el joven apasionado, como el niño sincero. Quisiera volver a la esencia en donde la felicidad era el(...)
No vuelvas. No vengas a hacerme daño. No vengas a robarme la paz. No vengas por mi seguridad. No vengas, falsa esperanza. No vengas a demostrarme lo que ya no se mostró. Mi corazón está bien, está feliz. No importa cuántas veces lloró o cuántas veces tembló por ti. Hoy(...)
No es intoxicación contrario a lo que la razón todo el tiempo está diciendo. Hoy en este cuerpo la lesión no es por un malhechor. Se acentúa fuertemente como un vacío en el corazón. Provocando sensación de dolor, incluso hasta de avivar regurgitación. Un vacío(...)
Pareciera que siempre del otro lado de la poesía está la atrocidad. Dualidad que incluso aparece en lo que atañe al día destinado para la celebración del oficio poético… Los pongo en antecedentes. En 1948 el Partido Nacional, dominado por afrikáners (descendientes(...)
Nunca perdí el interés, nunca perdí al amor. Con el tiempo volvió la fe, con el tiempo no te dejé de querer. Pero si dejé de pensarte, pero si dejé de necesitarte. Con el tiempo lo que pasó fue: Que te perdí.
Usted no me rompió el corazón, me fracturó el alma, me hizo perderme como ser humano y comenzar a encontrarme de nuevo. Luego de haberme extraviado descubrí aquello que había olvidado.
Al tiempo que Miguel se dedica a cuidar ganado empieza a crecer en él la poesía. Tiene 14 años y su padre, a pesar de que Hernández es un alumno aventajado, lo ha retirado del colegio para obligarlo a trabajar, en su opinión de comerciante y ganadero el joven ya está en(...)
Todavía no me acuerdo si eran las seis de la tarde o las ocho de la noche. Solo sé que ella bajó su mano y dijo – ¿ah, sí, muy nerviosito?- (con un ligero acento paisa). Su cabello era castaño, su piel blanca y el cantar de sus labios era del grosor de las(...)
Soy como el verano para los adolescentes, El invierno para los niños. Soy el serenar de tu angustia, el pecado cuando la luna se pone roja. Soy eso que tientas cuando estás deprimida. Soy eso que quieres, que quieres a ratos.
Fuiste esa historia corta incluso tu desenlace, es inmejorable. Un suceso breve que restaura, que enamora. Una experiencia que armó mi corazón de nuevo. Un amor que no se olvida porque cada momento fue perfecto tan perfecto que no pudo ser perpetuo…